martes, 5 de julio de 2016

La Misa tradicional en una reservación indígena norteamericana

En tiempos en que se suele hablar incesantemente de inculturación y de la supuesta necesidad de una adaptación radical de la Fe católica a las sensibilidades culturales de los distintos pueblos, el sitio New Liturgical Movement ha publicado un valioso testimonio de un esfuerzo misionero por devolver a los habitantes de una reserva indígena en los Estados Unidos la Misa de Siempre que les fue arrebatada. El testimonio de los nativos es muy elocuente: la Misa tradicional es la que sentían más cercana a su identidad cultural, tanto por la orientación litúrgica, compartida con sus costumbres ancestrales, como por el sentido de lo sagrado que ésta transmite. 

La traducción desde el original inglés es de la Redacción. Quienes deseen efectuar alguna donación a esta encomiable labor, pueden hacerlo en este enlace.

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“Cuando la Iglesia llegó a nuestra reservación en 1884”, ha dicho uno de los ancianos de nuestra comunidad, “era en realidad fácil para los indios ser católicos. Había tanto que nos calzaba con toda naturalidad. Tal como el sacerdote rezaba hacia el Oriente, nosotros habíamos estado rezando hacia el Oriente desde mucho antes de que llegaran los Sotanas Negras”. Y siguió diciendo: “Entonces, hacia los años 60, la Iglesia cambió, y mucha gente dejó la Iglesia porque sintió que ésta le había mentido. Había dicho que algunas cosas eran importantes y queridas por Dios, y de repente, ya no importaron más. Nuestra gente sintió que le habían mentido, tal como lo ha hecho el hombre blanco tantas veces en el pasado”.

Desde entonces, la asistencia a la iglesia y la partición comenzaron a declinar. Lo que no entendieron los sacerdotes de los últimos 40 años fue que el ritual, la admiración, el misterio y el temor lleno de asombro que transmitía la Misa tradicional, eran importantes para los indígenas norteamericanos, y una señal de que Dios estaba con ellos. Cuando se suprimió todo ese simbolismo, el interés en la Iglesia Católica se esfumó.

En 2015 mi mujer y yo llegamos a la Reserva como Coordinadores de la Parroquia, debido a que ni la diócesis ni las antiguas órdenes religiosas contaban con suficientes sacerdotes para tener uno con presencia permanente en la Reserva. El Ministro Sagrado con el que trabajamos, el P. Garrett Nelson, es un sacerdote recién ordenado (hace un año y medio). Igual que otros cuatro sacerdotes jóvenes de nuestra diócesis, tiene un gran amor por la Misa tradicional.

Y así constituyeron una fraternidad sacerdotal informal, en la que se reúnen una vez al mes, cosa nada fácil en la segunda diócesis en extensión en los Estados Unidos, y celebran la Misa tradicional. El P. Nelson me preguntó si, una de esas veces, podrían celebrar la Misa tradicional en la Misión de San Pablo. Le contesté que sí, por cierto. Y después de una sola Misa en latín, la gente de la comunidad se nos acercó al P. Nelson y a mí para decirnos qué maravilloso había sido volver de nuevo a las “antiguas costumbres” en la reservación. Una persona, después de observarnos al P. Nelson y a mí en una Misa de funeral, nos dijo “Hemos notado que Ud. y el Padre estaban tan concentrados y piadosos durante la Misa. Esto es algo que no habíamos visto desde hace mucho tiempo. Gracias”.


Actualmente estamos avanzando lentamente hacia transformar la Misa de siempre en un hecho normal en la reservación, con la idea de tener una Misa tradicional cada domingo. Debido a la negligencia con que se ha tratado en las dos últimas décadas la belleza visual del templo, necesitamos dinero para ayudarlo a recuperar ese sentido de admirable misterio y de temor lleno de asombro que siempre debiera tener. Pensamos que todo esto contribuirá a que esta comunidad tenga una mayor comprensión de la Fe y una mayor devoción. Poder celebrar la Misa Tradicional es parte de esta perspectiva.    

Nota de la Redacción: Los créditos de las fotografías son de New Liturgical Movement.


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Actualización [5 y 18 de enero de 2018]: Aleteia informa que la Conferencia Episcopal estadounidense ha manifestado su opinión favorable al inicio del proceso de beatificación de Alce Negro, un legendario jefe sioux convertido al catolicismo en 1904 gracias al apostolado de los jesuitas. Después de recibir el bautismo, Nicholas Black Elk se convirtió en un activo catequista, logrando más de cuatrocientas conversiones entre los pueblos originarios de Estados Unidos. Por su parte, Religión en libertad ha publicado la traducción de un completo artículo aparecido originalmente en La Nuova Bussola Quotidiana dedicado a Alce Negro y su conversión. 

Actualización [2 de junio de 2019]: Catholic Herald relata cómo los Franciscanos del Espíritu Santo, erigidos en 2015 en la Diócesis de Phoenix, EE.UU., han contribuido a reavivar la fe católica en medio de una comunidad indígena del desierto de Arizona, sirviéndose para ello tanto de la Misa nueva celebrada ad Orientem como de la Misa de siempre. 

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